Un término designado por los historiadores en el siglo XIX para hablar del estilo oriental europeo. Engloba al arte desde el año 1580 y hasta principios del siglo XVIII. Era un arte temperamental y florido que combinaba diferentes cosas como una revolución contra el manierismo, su carácter intelectual, elitista y frialdad emocional para servir a los impulsos religiosos y que la masa los conociera. Los efectos teatrales también eran una de las principales características.